Son muchos los gastos que tenemos que afrontar a diario, por lo que buscar un motivo para contratar un seguro de vida se vuelve complicado, sobre todo porque no tenemos la costumbre de pensar en ellos como una necesidad en nuestras vidas.
La realidad es que no podemos controlar todo lo que nos pase, pero sí podemos tener la seguridad de que, ante cualquier imprevisto que pueda desestabilizar nuestras vidas, como una enfermedad grave o una invalidez, el futuro de los nuestros y nuestro patrimonio estarán protegidos.
Alguna vez te habrás hecho la pregunta, ¿debo contratar un seguro de vida? No todo el mundo tiene la necesidad de hacerlo, depende de las circunstancias personales y económicas de cada persona. La cuestión básica que uno se debe plantear es cómo quedaría nuestra familia si la persona que aporta los ingresos al núcleo familiar fallece o sufre una invalidez permanente y absoluta, ¿podrían soportar económicamente la nueva situación?.
Si has formado una familia, si te has comprado una casa, si hay alguien que depende de ti, asegura su futuro.
Y, ¿qué capital se debe asegurar? Depende de muchos factores, pero como norma general se aconseja asegurar 4 o 5 veces los ingresos anuales del asegurado, incluyendo también en el capital las posibles cargas financieras (hipotecas o préstamos).